Cómo ahorrar según tu sueldo
No importa cuánto ganes, siempre es posible ahorrar si gestionas tu dinero con intención. A continuación te mostramos cómo adaptar tus hábitos de ahorro según tus ingresos.
¿Qué hacer con tus ahorros? Aunque las estrategias de ahorro varían, el siguiente paso es igual de importante. Es recomendable pensar en crear un fondo de emergencia, reducir deudas y luego invertir de forma diversificada según tu tolerancia al riesgo. En la próxima publicación profundizaremos en estas opciones para que puedas sacar el máximo provecho a tu dinero.
Sueldos bajos: Crear un presupuesto claro es fundamental. Anota todos tus gastos mensuales —vivienda, alimentación, transporte— y compáralos con tus ingresos para saber dónde va cada euro. Llevar un registro detallado de cada gasto durante un mes te ayudará a ajustar tus gastos y destinar un porcentaje fijo, por pequeño que sea, a un fondo de emergencia. Evita endeudarte y, si tienes deudas, utiliza el método “bola de nieve” pagando primero los importes más pequeños para liberar efectivo. Aprovecha descuentos, cupones y recursos gratuitos para estirar tu presupuesto.
Sueldos medios: Al tener mayor capacidad, mantén controlados los gastos y aumenta de forma progresiva el porcentaje de tus ingresos destinado al ahorro. Tras cubrir tus gastos esenciales, asigna al menos un 20 % a objetivos de ahorro: un 10 % para emergencias, un 5 % para inversiones sencillas (depósitos a plazo, fondos conservadores) y otro 5 % para tu jubilación. Establecer metas claras a corto y largo plazo, como un viaje o la compra de un coche, te ayuda a mantenerte motivado. Automatiza tus finanzas con transferencias periódicas desde tu cuenta corriente a una cuenta de ahorro para ahorrar sin esfuerzo.
Sueldos altos: Con mayores ingresos puedes diversificar y proteger mejor tu patrimonio. Mantén un fondo de emergencia equivalente a 6 meses de gastos y busca asesoramiento para invertir en una mezcla de renta fija y variable, bienes inmuebles u otros activos según tu tolerancia al riesgo. Distribuye tu ahorro entre inversiones a corto plazo, aportaciones a planes de jubilación e instrumentos de mayor riesgo para obtener crecimiento. Destina una parte de tus recursos a proyectos personales o solidarios y revisa periódicamente tu planificación fiscal para aprovechar deducciones legales.
¿Qué hacer con tus ahorros?: Independientemente de tu nivel de ingresos, tus ahorros deben tener un objetivo. Prioriza la constitución de un fondo de emergencia de al menos 3 meses de gastos y reduce o liquida tus deudas para evitar pagar intereses altos. Luego empieza a invertir de forma diversificada: productos de bajo riesgo para mantener liquidez y, a largo plazo, fondos indexados o planes de pensiones para hacer crecer tu patrimonio. En próximas publicaciones profundizaremos en las mejores opciones de inversión.